La depresión es desconcertante. Aparte de ser un proceso que empeora gradualmente, y del que, solo quienes la padecen se dan cuenta – «algo está cambiando» – las causas son difíciles de comprender.
Nuestra necesidad humana de darle sentido a las cosas nos hace atribuir las causas a hechos externos (problemas con un familiar o pareja, problemas laborales o económicos) o hechos internos (sentimientos de culpa, pensarse a sí mismo «muy poca cosa», o «siempre fracaso en todo«).
Las causas de la depresión, en realidad, son multifactoriales. Ciertos hechos o acontecimientos de la vida hacen más propensas a ciertas personas a padecerla, pero no así con todos. Te invitamos a revisar ¿Quiénes pueden padecer depresión?
En el caso puntual, la mayor parte de los factores asociados a la depresión – factores de vulnerabilidad o factores de riesgo – «preparan el terreno» a manera de preámbulo o base de los «futuros» síntomas. Otros factores, bio-psico-sociales, culturales y/o espirituales, representan los factores protectores.
Los factores de riego o protección asociados a la depresión son entendidos como precipitantes: biológicos, psicológicos y contextuales (asociados a familia y entorno social), porque favorecen o precipitan la aparición de la depresión.
Aquí, les damos a conocer los factores mencionados, en resumen:
Si sientes que estas en depresión debes buscar ayuda.
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